El mundo está leyendo

Me siento gratamente sorprendido al ver que cada vez es más la gente que toma un libro entre sus manos y echa a volar la imaginación.

En el Metro, en aquellas horas punta en las que no existe ni un metro cuadrado en el cual instalarse, vi a cuatro personas muy apretujadas que buscaban impacientes la forma de acomodarse para leer ese libro que no podían sacarse de la mente. No se resignaban a guardarlo sin antes echarle un ojo.

De pronto, subió un sexto pasajero que con el mismo esfuerzo que las otras personas, se puso a leer.

Era una muchacha muy joven, de unos veinticinco años, de pelo rizado y ojos claros. Llevaba un libro entre sus manos: Luna Nueva, decía el título. A mi juicio, una mala elección. Pero dicen que “en gustos no hay nada escrito”.

Lo importante de todo esto es que se confirma aquí, tras una serie de experiencias similares, una de las grandes dudas que durante el último tiempo han invadido mis pensamientos, y que ahora me atrevo a ratificar: La gente está leyendo… y cada vez más.

No sé cuáles serán sus motivos, argumentos, o razones del por qué leen. Las desconozco. Lo que sí tengo claro es cuán bueno puede llegar a ser convertirse en un asiduo lector, como también en  lo malo que sería convertirse en un maniático “nerd”, sin vida, y dependiente de ellos.

Un principio fundamental es entender que un libro jamás será capaz de suplir las enseñanzas que se aprenden de las vivencias personales. Pero, cabe reconocer, que también hay ciertas cosas que nunca se aprenderían sin haber leído “ciertos” libros. He ahí la importancia de lo que leemos. Pero quién soy yo para decir cuál es bueno o cuál es malo, sino limitarme a entregar mi opinión.

El libro enseña, educa, divierte, suelta tensiones, trabaja la mente, las ideas, inspira, culturiza, baja la ansiedad, y una serie de etcéteras. Si hay algo de cierto en todo esto, es que la combinación entre las propias experiencias y los libros que leemos -“ése” equilibrio- hacen que la vida se convierta en una historia que vale la penar contar.