domingo, 14 de febrero de 2010

El zoológico: la cárcel de los animales

Hace un par de días visité el “gran” Buin Zoo. Recorrí todo el zoológico y concluí que ese lugar está desprovisto de cualquier tipo de lógica. Una persona con dos dedos de frente entiende que los animales no tienen por qué cumplir una condena tras las rejas. Eso es inconcebible para todo ser humano que dice amar a los animales.

IMG_6209Aún recuerdo a ese oso que se paseaba constantemente hasta cada uno de los extremos de su jaula. Era un terreno grande para los ojos de un ser humano, pero diminuto para uno de los animales más grandes y pesados que existe. Deduje que ese pobre animal padecía de estrés.

O esos monitos que por el sólo hecho de ser salvajes estaban obligados a vivir separados, cada uno tras unas pequeñas cárceles de vidrios que les impedían desplazarse libremente. En su interior sólo había un pequeño árbol con unas ramas dispersas, y un fondo que imitaba una selva coloreada IMG_6210con  pincel.

Eso no es todo. El lobo marino nadaba de un extremo a otro dentro de una piscina enterrada. Un espacio absurdo para el animal más grande del grupo de los otáridos. Y el puma, la celebridad del zoológico, permanecía acostado largas horas en un extremo de su “amplio” recinto rejado. Sin ser un experto en animales, creo que ese no es el comportamiento normal de un puma, uno de los felinos más rápidos a distancias cortas.

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Qué contradictorio es todo esto. Mientras escribía estas línea, abrí la página del Buin Zoo para echar una mirada y leí una noticia que decía: Hasta el “parque zoológico más grande y moderno del país” llegó el senador y presidente del PS, Fulvio Rossi, para poner en la agenda los temas de los derechos de los animales.

Es decir, mientras todos los animales están encerrados en unas jaulas diminutas que les impiden dar rienda suelta a sus instintos, ellos discuten sobre sus derechos. Qué hipócritas que son.

¿Dónde está el sentido común en todo esto? Por más que doy vueltas a la idea no encuentro ninguna razón lo suficientemente lógica que explique este fenómeno. La respuesta es siempre la misma, y el culpable es uno sólo: El hombre.

1 comentario:

Unknown dijo...

si pobresito el oso aunque hayan nacido en cautiverio no es la vida que deberian llevar los pobresitos como me dijiste tu los humanos deberian ecerrarse en esas jaulas 1x1metro cuadrado y asi fotografiarlos todo el dia
y en pelota jajjja


me gusto este que escribiste toto
teamo