miércoles, 31 de agosto de 2011

El Mapocho rebelde

Como diría Pedro Lemebel, el Mapocho es lo único rebelde que le va quedando a esta ciudad, por eso algunos ya quieren barrer con ese espacio. "¡Que sea navegable!" dicen, y apluden entusiasmados cuanto proyecto pretenda transformar al principal curso de agua de la ciudad de Santiago en un río limpio y subordinado a la estética que promueve el mercado. 

¿Qué sería del Mapocho, ícono de la cultura popular del país, transformado en un centro de atracción turística? Mejor ni imaginarlo. Quienes consideren al Mapocho un río indecente y repugnante no debieran condicionar al resto su percepción personal, aunque sea cierta. El Mapocho no es un caudal de aguas cristalinas ni pretende serlo. El Mapocho es ordinario, y por más que no quieran aceptarlo, en ello habita su belleza.

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