martes, 10 de agosto de 2010

Un brindis para el mañana

imageMe gusta el vino. Y cuando sea grande compraré vinos caros  que guardaré en una bodega. Y dejaré los demás vinos en un bar de madera, que un día tendré. Como el que mi padres me enseñaron cuando era niño. Un bar de madera, un bar olvidado.

Sí. También me gusta la cerveza. Y compraré cervezas caras que guardaré en una nevera. Una nevera gigante para que quepan todas. Como la que nunca tuve y que un día tendré.

El vino para las tardes de invierno, en el primer almuerzo. El vino para que acompañe las noches de frío. El vino para largas vigilias, conversadas, en medio de las risas, la fiesta y la noche.

image La cerveza para el día, o la tarde, pero después de almuerzo. La cerveza bajo un sol de verano. Las cervezas con los amigos. Con los amigos y la familia, en medio de las risas y la fiesta, y un asado, por su puesto.

El vino y la cerveza, alimentan la alegría. El vino y la cerveza, jamás estarán sobre la mesa, cuando exista tristeza. Porque el vino y la cerveza no son consuelo ni moraleja.

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