lunes, 18 de agosto de 2008

. U T O P Í A .



.¿Que clase de justicia es la que permite que cualquier noble, banquero, usurero y otro de esos que nada hace, o lo que hacen no tiene gran valor para la república, lleve vida regalada y esplendida, en la ociosidad o en las ocupaciones superfluas, mientras que el obrero, el carretero, el artesano y el campesino han de trabajar tanto y tan asiduamente como jumentos, a pesar de que la labor sea tan útil que sin ella ninguna república duraría más de un año, llevando una vida tan miserable que parece mejor la de los asnos, cuyo trabajo no es tan seguido ni su comida mucho peor, aunque el animal la encuentre mas grata y no tema el porvenir?.

¿No es ingrata e inicua la república que a los nobles, que así les llaman, a los banqueros y demás gente ociosa, o aduladora prodiga tanto placeres frívolos y artificiosos y tantos caudales, mientras mira indiferente a los campesinos, carboneros, peones, y artesanos, sin lo que no existiría ninguna república?

¿Qué diré de los ricos que merman cada día un poco más el salario de los pobres, no sólo con ocultos fraudes, sino con públicas leyes?

Así, pues, la injusticia que suponía antes pagar tan malo a los que más merecían de la sociedad, se convierte, por obra de estos malvados, en justicia al sancionarla con una ley.

Así, cuando miro esos Estados que hoy día florecen por todas partes, no veo en ellos, así Dios me salve, otra cosa que la conspiración de los ricos, que hacen sus negocios so pretexto y en nombre de la república. Imaginan e inventan todos los artificios posibles, tanto para retener, sin miedo a adquirir al menor precio posible las obras y trabajos de los pobres y abusar de ellos como acémilas. Y estas maquinaciones las promulgan como ley los ricos en nombre de la sociedad y, por lo tanto, también en el de los pobres.


.UTOPíA, TOMAS MORO.

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