viernes, 14 de octubre de 2011

¡Ay, amor!


¡Ay, amor!
que se asoma
con descaro:
amor insolente,
que no pide permiso,
que no da las gracias,
que no ofrece disculpas.

¡Amor sin vergüenza!
que no exige explicaciones,
que no entiende compromisos,
que no limita con las fronteras
del olvido.

¡Amor atrevido!
Amor que no acepta condiciones,
ni advierte desengaños,
ni fidelidades,
ni comienzos,
ni finales.

¡Ay, amor sincero!
Prefieres amar así,
y si algún día amas
como aman los demás,
¡ay, amor humilde!
Yo voy a entender.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Cuando la leiste ayer me conmovió mucho. Hoy ka leí nuevamente y me encantó. Muy buena poesía.
Rodrigo

s t b n ! dijo...

Gracias Rodrigo. Un abrazo. Nos vemos el lunes.